Poco se ha escrito sobre nuestro pueblo, pero los relatos de nuestros abuelos son la memoria viva de San Juan de Ocotán. Con su voz nos trasladan a otra época cuando era un pueblo campesino, sobraba la tierra y se sembraba con arado de palo, había pocas casas, las bodas se celebraban en la calle y se iba a pie hasta Zapopan para vender leña o flores. Sus historias y relatos nos permite recordar quiénes somos y de dónde venimos, e imaginar a dónde queremos ir.


Francisco Jiménez

«Se mantenía uno de aquí del cerro, con muy poco y ya después se empezó a sembrar y hubo más manera de vivir, porque quiérase que no, la tierra siempre nos ha dado de comer».


José Guadalupe Ramos

«Había matrimonios, y como las personas estaban escasas de dinero para los gastos, pues se pedían el favor los parientes del novio para hacerle la boda y llevaban un kilo de carne, dos, dinero en efectivo, un pollo, un cocono, así se ajustaba para hacer la fiesta, y dos días eran de boda».


Paula Flores

«Antes el mero día, pues salían muy poquitos Tastuanes, sí había Santiagos cada año, por eso ahora los anduvieron visitando todos los viejitos, ya los que ya fallecieron, pero no había como ahora. Ahora hay demasiados, antes nada más los puros elegidos, el Santiago, luego los reyes, el moro llorón es en enero y luego los elegidos».


Ignacio Presa Huerta

«Mi papá me acuerdo que me llevaba al cerro a cortar leña y la llevaba a las colonias aquí en Guadalajara a vender, y ya de ahí compraba su mandadito y yo me echaba en los burros y de ahí me echaba para acá. Pero no estaba pues, como ahorita está Guadalajara, había puro llano».


Clementina Ramos Gutiérrez

«Se formaba de un grupo de personas de… por decir, de puras muchachas o de señoras, o de muchachos o de señores, se formaba una cuadrilla decían… así se le nombraba, para salir a trabajar. Decía mi mamá que llegaban en camionetas, en trocas».


Ramiro Ramos Tolentino

«Cambió bastante, tan sólo cuando entraron los batallones a la base, ahí cambió mucho, antes aquí había mucho ganado, mucha caballada, mucha burrada, tractor, pero ya empezaron a vender y se acabó todo. Ahorita ya los que supieron aprovechar tienen dinero y los que no, ahorita no tienen ni tierra, ni dinero».


Pilar